EVOLUCIÓN:
La
historia del vestido comienza con la aparición del Homo Sapiens, que en
principio se cubrió de pieles de los animales que cazaba. En el neolítico el ser humano sabe ya hilar y
tejer, pero las ropas que utiliza son trozos de pequeñas dimensiones, que no se
adaptan al cuerpo, aunque aparecen ya los primeros dibujos ornamentales, en
forma de cenefas. En Egipto ya se dan vestigios de prendas muy elaboradas, siendo el lino su
principal materia para confeccionar telas. La base de su indumentaria era el shenti,
una pieza de lino que envolvía las caderas, sujeta con un cinturón. Durante el Imperio Nuevo apareció
el calasiris, una túnica ceñida al cuerpo, considerada de lujo. La
principal prenda femenina era la blusa, una túnica larga y ceñida de
distinto color según la posición social: blanca para las campesinas, rojo o
azafrán para rangos más elevados. En Mesopotamia, la otra
gran civilización del Próximo Oriente, los sumerios solían vestir con largos
mantones de lana, de tipo falda, adornados con franjas de vivos colores y con
pliegues y largos mechones de tela. Los decuero llaasirios usaban túnicas de lana, cuya largura dependía de la clase social, hasta las rodillas el pueblo llano, hasta los pies las clases dirigentes. Los persas usaban prendas de vivo colorido, destacando el púrpura y el amarillo, y adornados con dibujos de colores, generalmente círculos, estrellas y flores, de color azul, blanco o amarillo.
En Grecia se usaba el lino, la lana y el algodón, y más tarde la seda—proveniente de Oriente—, con prendas de piezas rectangulares ribeteadas por los cuatro lados, sin costura ni dobladillo, acompañadas de fíbulas y cinturones. El vestido más antiguo era la exomis, una tela rectangular sujeta al hombro izquierdo, anudada bajo el brazo derecho y ceñida por un cinturón. Los campesinos llevaban pieles curtidas o vestidos gruesos de lana, con un gorro mado kyné. Las
clases más favorecidas portaban vestidos de lino o lana fina, llamadoquitón,
cubiertos por un manto denominado himatión. Las
mujeres llevaban una túnica larga llamada peplo, y también usaban himatión,
plegado de otra forma. En Romase usaba igualmente la lana, el lino y la seda, a veces entremezclados.
La prenda más antigua era el subligaculum, un taparrabos
alrededor de los riñones. En época republicana surgió
la subúcula, una túnica que podía ser de dos tipos: dalmática,
con mangas, o colobium, sin mangas. Encima llevaban una toga, una capa semielíptica
drapeada según la ocupación: estrecha para los filósofos, ceñida para los guerreros,
con una banda púrpura para sacerdotes y magistrados, púrpura con bordados de
oro para altos dignatarios. El vestido femenino se componía de taparrabos y strophium
—antecedente del sujetador—, sobre
el que iban dos túnicas, la subúcula, larga hasta los pies y sin mangas,
y el supparum, túnica corta semejante al quitón griego, que podía
sustituirse por la stola, túnica
de mangas cortas, o la palla, un paño
rectangular sujeto al hombro por fíbulas. Encima podían llevar un manto llamado
pallium, que colocado sobre la cabeza significaba viudez.
Los pueblos germánicos que
acabaron con el Imperio Romano introdujeron la práctica de coser la ropa, y
usaban prendas de lana, generalmente una túnica corta de mangas largas, unos
calzones largos o pantalones —que
adoptaron los soldados romanos tras la conquista de la Galia— y un sayo sobre los hombros.
En la Edad Media el material más utilizado fue la lana, siendo muy
apreciados los paños de Frisia; el lino
fino—llamado cainsil— se usaba para camisas y calzas. Por lo general, el
hombre llevaba dos túnicas: una fina de hilo a modo de camisa, llamada brial,
y otra de lana más larga, de mangas estrechas y ceñida con un cinturón de
cuero; además, llevaba calzones y una capa. La mujer también llevaba dos
túnicas, la camisia, interior de mangas estrechas, y la estola,
larga hasta los pies y de mangas anchas; encima podían llevar una capa, un
manto o una clámide, y era
común el uso de un velo que cubría la cabeza. En el Medievo también fue
corriente el uso de guantes, de hilo para el verano y de piel para el invierno.
Desde el siglo XII aumentó
el uso de la seda, así como del algodón, que tenía su principal centro de
producción en Italia. En el siglo XIII apareció
el vellux(terciopelo), y aumentó la elaboración de peletería. En el siglo XIV se acortaron los calzones,
que pasan a llamarse calzas altas, y sobre la camisa se llevaba un jubón, prenda ajustada al cuerpo
que cubría desde los hombros hasta la cintura.
En elRenacimiento surgió el concepto de moda tal como lo entendemos
hoy día, introduciéndose nuevos géneros y adquiriendo la costura un alto grado
de profesionalización. En la Italia renacentista aparecieron los trajes más
ricos y espectaculares de la historia, de vivos colores y formas imaginativas y
originales, otorgando gran relevancia a las mangas, a los pliegues y a las
caídas de tela de forma vertical, con finos bordados y rica pasamanería. En el siglo XVI el calzón corto era a modo de
bombacho, y continuó usándose el
jubón, junto a capas de diverso tipo y adornos como la gorguera, tela de
encajes fruncidos que cubría el cuello. En el atuendo femenino apareció el corsé, que ceñía la cintura, sobre
una falda en forma de campana llamada crinolina, hecha
de tela y crin de caballo, y reforzada con aros metálicos. En el siglo XVII
predominaron las formas sobrias, austeras, por influencia religiosa, siendo el
paño el material más utilizado, y la seda sólo al alcance de las clases
elevadas. El jubón se transformó en chaqueta, con el cuello de volantes de
encaje almidonados, y el calzón se alargó y quedó por debajo de unas altas
botas. En Francia, la corte de Luis XIVfavoreció
la alta costura, empezando a dictar la evolución de la moda a nivel europeo.
Apareció entonces la corbata, en un
principio en forma de lazo, anudada al cuello; también apareció la casaca, una larga chaqueta ajustada
con forma acampanada en su parte inferior.
En elsiglo XVIII el
atuendo era similar al del siglo anterior, con camisas de mangas anchas con
corbata y chaqueta, y calzones hasta las rodillas y medias. La casaca se
estrechó hasta el punto de no poder abrocharse, apareciendo el frac. En el traje femenino se dio
el «estilo Watteau», con faldas muy voluminosas sobre crinolina, con grandes
drapeados en forma de pliegues y cola hasta el suelo. LaRevolución Francesa supuso
una mayor uniformización en la forma de vestir, con casacas cortas y pantalones
largos para el hombre, y corpiños, faldas redondas y chal de tela para la
mujer. El liderazgo de la moda pasó a Inglaterra, donde
el hombre vestía casaca con cuello ancho y vuelto, calzón hasta la rodilla y
sombrero de copa; la mujer abandonó el corsé y la crinolina y se inspiró en la
Antigua Grecia, con vestidos largos ajustados con una cinta bajo el pecho. En
el siglo XIX la vestimenta era
prácticamente la del hombre «moderno»: el frac se fue acortando y anchando,
tomando la forma de la actual chaqueta; el pantalón era amplio por arriba y se
fue estrechando hasta el tobillo, apareciendo la raya por delante y por detrás;
la capa se sustituyó por abrigos de corte recto. En la mujer el talle se bajó a
la cintura, con mangas anchas y hombreras, y faldas anchas de amplio vuelo y
pasamanería. En este siglo apareció la figura del modisto como creador de tendencias,
así como la modelopara el
pase de ropas. También apareció el género de punto, y se inventó la máquina de coser.[6]
En elsiglo XX la moda masculina continuó
siendo de ascendencia inglesa, mientras que la femenina estuvo marcada por la
costura francesa. En general, la indumentaria se ha ido simplificando, cobrando
mayor relevancia el carácter práctico y utilitario de las prendas, así como su
aspecto deportivo y urbano. En moda femenina, las faldas se acortaron,
apareciendo la minifalda, y
empezaron a usar pantalones como los hombres, surgiendo la moda «unisex».Hacia
mediados de siglo los dictámenes de la moda pasaron a Estados Unidos, que
impuso un tipo de moda juvenil, práctica y deportiva, ejemplificada en el blue-jean
o pantalón vaquero. En los
últimos años ha cobrado un gran auge el prêt-à-porter, el
diseño de moda a precios económicos y al alcance de cualquier estamento social,
por su producción en serie. En las últimas décadas también han proliferado los
movimientos alternativos, la moda de las llamadas «tribus urbanas», que buscan
diferenciarse del resto de la población en base a unos gustos comunes en
música, ropa y elementos estéticos alternativos. Entre los más afamados
modistos destacan: Coco Chanel, Cristóbal Balenciaga, Christian Dior, Manuel Pertegaz, Yves Saint Laurent, Giorgio Armani, Paco Rabanne, Gianni Versace, Karl Lagerfeld, Calvin Klein, Jean Paul Gaultier, etc.
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